lunes, 21 de noviembre de 2011

Un paso más cerca de la regeneración del nervio óptico


Foto: dreamstime.com
Los alumnos de producción de Los Enlaces (Zaragoza) estamos muy pendientes de cualquier evolución en medicina audiovisual. Por eso nos produjo una gran satisfacción descubrir los avances en este tema y te invitamos a que descubras con nosotros el maravilloso mundo de la regeneración óptica.
Hasta ahora para las personas con problemas de daños en el nervio óptico era imposible la recuperación de la visión perdida. Pero en el año 2005 Científicos del Schepens Eye Research Institute, dirigidos por el doctor Chen, empezaron una investigación pionera. Muchos tejidos en el cuerpo se renuevan de manera constante si son heridos. Sin embargo, esto no ocurre con el nervio óptico, que pierde esta capacidad poco antes de que nazcamos. Estos científicos se han dedicado a comprender las razones por las que se detiene su regeneración y a encontrar formas de invertir este proceso. El primer obstáculo superado fue la activación de un gen (BCL-2) que, cuando está activo, produce el crecimiento y regeneración. El segundo inconveniente era una cicatriz en el cerebro creada poco después del nacimiento. Los investigadores dedujeron que la cicatriz erige una barrera para la regeneración. Chen y sus colegas creían que estos dos obstáculos  eran los más importantes con los que se iban a encontrar a la hora de conseguir su objetivo. En la investigación actual, el Dr. Kin Sang Cho, investigador asociado en el laboratorio de Chen, probó dos formas para liberar la regeneración. La primera consistía en  desarrollar un ratón modelo en el cual el gen BCL-2 se enciende siempre. La segunda consistía en usar una serie de ratones con mutaciones en genética en los que se reducía la cicatriz glial.

El primer experimento provocó una regeneración del nervio óptico en ratones postnatales, que creció rápidamente y se extendió desde el ojo al cerebro en cuatro días. Pero la regeneración ocurrió sólo en los ratones menores, cuya materia gris aún no formaba la cicatriz glial. En los ratones que eran algo más mayores y habían desarrollado la cicatriz, la regeneración fracasaba.
El Dr. Cho convino ambos experimentos para impedir el desarrollo de la "cicatriz glial" en los ratones mayores. Encontró que la combinación de ambos provocaba que los nervios ópticos regresaran a ser como antes del nacimiento y así se producía la misma regeneración que con los ratones menores­. Consiguieron resultados esperanzadores, ya que un 40% del nervio óptico se recuperó.
Si consiguen la fórmula para que esto sea posible en los humanos la recuperación ocular será posible.

Eva Salvador Aina

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